Hay días...

Hay días en los que me encantaría escapar...
Salir corriendo lejos y olvidarme de todo y de todos. Te sientes tan perdida que no sabes que hacer y la única solución posible que ves es dejarlo atrás...

Esos días malos que digas lo que digas y hagas lo que hagas todo esta mal y no encuentras remedio para tus meteduras de pata.
Esos días que ni tu misma eres capaz de darle vuelta a la situación, pararte y pensar en frió.
Esos días en los que tus nervios son los protagonistas y te guían a cosas que no tienen solución lógica.
Esos días que necesitas un abrazo... pero has conseguido alejar a la persona de la que lo quieres recibir...
Te acuerdas de muchas cosas... y te montan paranoias de otras...
Te sientes sola, por mucho que estés en una sala llena de personas.
Lo único que quieres es estar bien y contenta, cosa que costosamente llega... y cuando llega, sin querer lo volvemos a alejar...
Esos días en los que dices ''Estoy bien'', pero tu cara no acompaña a las palabras...

Días que todos pasamos alguna vez, duros, pero necesarios para darnos cuenta de lo que tenemos y muchas veces no valoramos suficiente. Cosas pequeñitas, detalles, personas... cosas que perdemos en momentos así...
Pararos a pensar un segundo, ¿merece la pena perder todo lo bueno por algún momento malo? Creo que la respuesta unánime es NO.
Yo soy muy cabezota y me cuesta mucho admitir las cosas y ponerles solución... y cuando entro en un bucle en el que no paro de hacer daño a los de mi alrededor... me hundo, me cuesta salir de eso y hay momentos en los que me replanteo si... no se ¿merezco la pena?...